9.11.2024 | 02:21 am.

Hay días en los que pienso,
que he vivido demasiado
tiempo,
con este hueco en el pecho.

Hay tardes en las que veo,
cómo el viento borra, mientras baila,
recuerdos
de un segundo que creía eterno.

Hay noches en las que espero
poder ver la luz del final.
Despierto
con tus colores, rendido al tiempo.

Verano del 2020

Yo sigo siendo yo.
Mis cicatrices siguen en el mismo sitio.
Mis miedos siguen envasados al vacío.
Aún te encuentro en las canciones de mis amigos.

Pero,

Tú ya no eres Tú.
Tu sonrisa ahora es completa.
Ya no hueles a peras,
ni sales los domingos en bicicleta.

Aún ahora,

¿En tu casa hay tallarines con salsa blanca?
¿Sientes la rotación de la tierra cuando estás descalza?
¿Sigues incólume al final de la temporada?

08.04.2018

No recuerdo nuestro primer beso,
pero sí el color del cielo
de todas las veces que estuvimos frente al mar.

Pierdo los recuerdos cuando apareces en mis sueños,
pero no el de nuestro primer paseo,
comprando Lucky Strike.

No recuerdo ninguno de tus gestos,
pero sí todos nuestros silencios,
es algo difícil de explicar.

No recuerdo el sonido de tus te quiero,
pero sí todos los miedos,
que dejabas cuando te ibas de acá.

24.10.17

Di algo antes que te vayas
sabes que esta vez no podré alcanzarte

No trates de leer mis manos,
no cuentes mis cicatrices ni mis lunares.

Solo puedo prometer soñarte,
cada vez que pueda.

Cierra mis ojos antes que te vayas,
te soñaré con tu vestido dorado de fiesta.

No hay nada que puedas hacer
los monstruos están en mi cabeza.

15.05.2017

Todas las noches de marzo
intentábamos contradecir apologías.

Todos los significados de las líneas de mis manos
ahora auguran utopías.

Todos los lugares que amamos
fueron incendiados ante tu huida.

Todos los siempre que nos juramos
se los llevaron las mariposas amarillas.

Otoño del 2011

Y tú, de cualquier modo, 
seguirás brillando en mi cabeza.

Aún si me niego
los regalos de la primavera.

O si por la calle me saludan los pájaros,

esos que curan la tristeza.

Entonces sabrás que el sol anaranjado

no incendiará, de mis manos, tus huellas.

Y que siempre recordaré nuestros abrazos,

o por lo menos sus reminiscencias.

Sin que tú, de cualquier modo, 
renazcas de mis brazos, una tarde cualquiera.

Ahmad Asaad