Los que quedamos.
Éramos los que jugaban hasta la huida del sol sobre el concreto.
Hasta quedar sin voz y sin aliento.
Guardamos en el centro de cada estrella tus recuerdos,
Para que su brillo dure más en el firmamento.
Llevamos tus distancias de la mano a dar un paseo.
Cantamos cuando caminamos contra el viento.
Compartimos la tristeza de tu partida
Y esperamos tu abrazo de bienvenida.